La falta de electricidad impacta de forma grave en diferentes esferas vitales y afecta especialmente a la infancia y adolescencia
Las personas que respondieron a la encuesta han llegado a pasar hasta un máximo de 387 días seguidos sin luz en el caso del sector 6, 218 días en el sector 5 y 55 días en el sector 4.
El impacto del corte de la luz más elevado corresponde con el deterioro de:
- La alimentación, debido a no poder guardar los alimentos en frío, cocinar adecuadamente (usar la vitrocerámica, poder ver cuando está a oscuras, etc.).
- La higiene personal, debido a no poder tener agua caliente, ver para asearse, etc.
- Las condiciones de la vivienda, tener calefacción o ventiladores para protegerse del frío y el calor, ver para limpiar la casa, etc.
- La falta de acceso a la luz también ha supuesto un impacto económico. La mayoría de las personas considera que su situación económica ha empeorado por el coste que ha tenido que asumir para compensar la falta de luz (gasolina, pilas, placas solares, etc.).
Los resultados muestran también que todo lo anterior ha dañado la salud de las personas que viven en la Cañada. A nivel físico esto se debe principalmente al aumento de enfermedades por pasar frío, tener humedad, caídas por la falta de la luz, intoxicación con gas o quemaduras, así como dificultades para mantener medicamentos o aparatos médicos dependientes de la luz. La salud mental de las personas también se ha visto dañada, habiendo en más de la mitad de las personas miedo, rabia y tristeza derivada de la situación. Debido a ello, se ha duplicado la necesidad de atención en servicios de salud mental en los servicios públicos.
El 80% de las personas consideraban que la situación del corte de la luz les impide hacer planes de vida a futuro, generando sensación de desprotección por parte de las instituciones y autoridades. La falta de luz es considerada como un daño a la dignidad por casi la totalidad de las personas.
Respecto a los niños, niñas y adolescentes, se registraron impactos principalmente en su salud física (aumento de catarros, menor descanso, peor alimentación, etc.), así como en la educación y en el juego, debido a la imposibilidad de utilizar aparatos electrónicos, leer o jugar, ante la falta de luz. Casi la totalidad de las personas adultas percibían debido la falta de luz, la aparición de tristeza, miedo, nervios y cansancio a raíz de la falta en los niños, niñas y adolescentes que viven con ellas.
Por último, el corte de la luz también ha producido impactos en la unión de los y las vecinas de la Cañada, si bien hay algunas personas que valoran que la unión ha aumentado porque se han hecho acciones conjuntas para defenderse ante la situación, al mismo más de la mitad consideran que la unión vecinal ha disminución debido al desgaste que supone la situación y la situación límite que genera que las personas estén más irritables y desmotivadas.