La Cañada Responde: Impactos psicosociales derivados del corte de suministro eléctrico

Analizamos los impactos psicológicos, físicos y comunitarios que la falta de luz tiene el vecindario de Cañada Real.

La población del barrio madrileño de la Cañada Real de Galiana sufre de manera sistemática desde hace años vulneraciones de derechos. Existen numerosos informes que señalan cómo esta situación ha ido generando de manera progresiva un quiebre en las personas que habitan este espacio. Desde el año 2020 el vecindario se ha visto expuesto a la privación de suministro eléctrico. Diferentes organismos como el Defensor del Pueblo o el Comité Europeo de Derechos Sociales han señalado la vulneración de derechos que supone esta situación.

A raíz del trabajo pericial que realizamos en el Centro Sira, junto al Grupo de Acción Comunitaria elaboramos este documento que evalúa el impacto físico y psicológico que la falta de electricidad está suponiendo en las personas que residen en el territorio.

Contexto

La Cañada: una historia de resistencia

La Cañada Real de Galiana es una de las 9 grandes Cañadas Reales que configuran la Red Nacional de Vías Pecuarias, las cuales son caminos históricos que se utilizaban para la ganadería trashumante, que conectan lugares tradicionales de pastoreo en España y que tuvieron una enorme importancia durante la Edad Media. El barrio de la Cañada Real, se comienza a poblar en los años posteriores a la Guerra Civil Española (1936-1939), principalmente por grupos de campesinos que llegaron huyendo de la destrucción de sus tierras de origen y encuentran aquí un suelo fértil y cercano al río que poder aprovechar.

Asimismo, empresas yeseras y cementeras encuentran en la Cañada un suelo rico en materia prima, creando numerosos empleos para las personas recién llegadas. Posteriormente, entre los años 60 y 90, el territorio sufrió dos nuevas oleadas de recepción de personas con diferentes orígenes. La información más actualizada sobre las personas que viven en Cañada es de 2017, a raíz del primer censo oficial. Según dicho censo, en la Cañada Real Galiana viven 7.283 personas de las cuales 2.548 son niños y niñas.

Si bien la Cañada Real Galiana se ha convertido en un núcleo poblacional desde los años posteriores a la Guerra Civil, la población viene sufriendo de manera sistemática desde hace años vulneraciones de derechos que de manera progresiva han ido generando un quiebre en las personas que habitan este espacio, las cuales pueden agruparse en: acciones de seguridad, acciones urbanísticas, acciones administrativas y legislativas, acciones de quiebre socio-comunitario y acciones contra el derecho a la educación y la sanidad.

Desde el año 2020, miles de familias de la Cañada Real, se ha visto expuestas a la privación de suministro eléctrico, sobre todo aquellas ubicadas en los sectores 5 y 6. Se han visto obligadas a recurrir a alternativas de todo tipo para subsistir y han tratado de poner en marcha diferentes estrategias a nivel jurídico para reivindicar sus derechos y buscar soluciones a la problemática.

Se han presentado diferentes quejas al Defensor del Pueblo, quien realiza recomendaciones a diferentes organismos y trata de establecer reuniones con los mismos con el objetivo de buscar soluciones. Sin embargo, la mayor parte de organismos e instituciones no responden a las recomendaciones realizadas por el Defensor del Pueblo. Tanto el Gobierno de la Comunidad de Madrid como el Gobierno Central, realizaron declaraciones rechazando sus responsabilidades entorno a la problemática del corte de suministro.

Ante esta situación de inacción por parte de las autoridades, se inician medidas judiciales por parte de las vecinas y vecinos junto con diferentes organizaciones y profesionales tanto a nivel nacional como internacional.

Metodología y objetivos

Identificar los impactos psicosociales de la privación de la luz

Para este trabajo pericial se han realizado entrevista en profundidad y encuestas autoadministradas. En total 144 personas que viven en los sectores 6, 5 y 4 de la Cañada Real de Galiana han participado respondiendo las encuestas. De ellas 81 se identificaron como mujeres, 62 hombres y una como género no binario. La mayoría de las personas entrevistadas llevan viviendo en la Cañada entre 16 y 25 años. A través de las personas adultas que respondieron a las encuestas se obtuvo información de 152 niños, niñas y adolescentes que convivían con ellas, de edades principalmente entre los 8 y los 17.

El objetivo del informe es visibilizar los impactos psicosociales presentes en la población de los sectores 4, 5 y 6 de la Cañada derivados de la privación de suministro eléctrico. El trabajo se enmarca bajo el mapa conceptual de los Entornos Torturantes, que analiza de manera combinada y acumulativa el sufrimiento derivado de las acciones e inacciones ejercidas sobre el territorio de la Cañada Real Galiana y si éstas, pueden tener un carácter intencional y/o un propósito coactivo desde instituciones y administraciones locales, regionales y estatales (Ayuntamiento de Rivas, Ayuntamiento de Madrid, Comunidad de Madrid, FCSE…).

Resultados

La falta de electricidad impacta de forma grave en diferentes esferas vitales y afecta especialmente a la infancia y adolescencia

La falta de electricidad impacta de forma grave en diferentes esferas vitales y afecta especialmente a la infancia y adolescencia
Las personas que respondieron a la encuesta han llegado a pasar hasta un máximo de 387 días seguidos sin luz en el caso del sector 6, 218 días en el sector 5 y 55 días en el sector 4.

El impacto del corte de la luz más elevado corresponde con el deterioro de:

  • La alimentación, debido a no poder guardar los alimentos en frío, cocinar adecuadamente (usar la vitrocerámica, poder ver cuando está a oscuras, etc.).
  • La higiene personal, debido a no poder tener agua caliente, ver para asearse, etc.
  • Las condiciones de la vivienda, tener calefacción o ventiladores para protegerse del frío y el calor, ver para limpiar la casa, etc.
  • La falta de acceso a la luz también ha supuesto un impacto económico. La mayoría de las personas considera que su situación económica ha empeorado por el coste que ha tenido que asumir para compensar la falta de luz (gasolina, pilas, placas solares, etc.).

Los resultados muestran también que todo lo anterior ha dañado la salud de las personas que viven en la Cañada. A nivel físico esto se debe principalmente al aumento de enfermedades por pasar frío, tener humedad, caídas por la falta de la luz, intoxicación con gas o quemaduras, así como dificultades para mantener medicamentos o aparatos médicos dependientes de la luz. La salud mental de las personas también se ha visto dañada, habiendo en más de la mitad de las personas miedo, rabia y tristeza derivada de la situación. Debido a ello, se ha duplicado la necesidad de atención en servicios de salud mental en los servicios públicos.

El 80% de las personas consideraban que la situación del corte de la luz les impide hacer planes de vida a futuro, generando sensación de desprotección por parte de las instituciones y autoridades. La falta de luz es considerada como un daño a la dignidad por casi la totalidad de las personas.

Respecto a los niños, niñas y adolescentes, se registraron impactos principalmente en su salud física (aumento de catarros, menor descanso, peor alimentación, etc.), así como en la educación y en el juego, debido a la imposibilidad de utilizar aparatos electrónicos, leer o jugar, ante la falta de luz. Casi la totalidad de las personas adultas percibían debido la falta de luz, la aparición de tristeza, miedo, nervios y cansancio a raíz de la falta en los niños, niñas y adolescentes que viven con ellas.

Por último, el corte de la luz también ha producido impactos en la unión de los y las vecinas de la Cañada, si bien hay algunas personas que valoran que la unión ha aumentado porque se han hecho acciones conjuntas para defenderse ante la situación, al mismo más de la mitad consideran que la unión vecinal ha disminución debido al desgaste que supone la situación y la situación límite que genera que las personas estén más irritables y desmotivadas.

Conclusiones

Los sectores de la Cañada Real afectados por la privación de suministro eléctrico puede considerarse un entorno torturante

El informe concluye que la falta de luz está generando daños graves en la población de la Cañada en diferentes esferas vitales, recalcando la extrema gravedad que tiene esto en el caso de los niños, niñas y adolescentes. Se señala la intencionalidad de las instituciones en que está situación haya ocurrido y continúe manteniéndose en el tiempo, y por lo tanto se responsabiliza a las mismas quienes deben ser las que solucionen las situaciones, y no la propia población de la Cañada o las organizaciones sociales.

Por último, cabe destacar que existen numerosos informes que documentan, además de la vulneración de derechos que supone el corte de la luz, otros múltiples ataques y vulneraciones históricos a la población de la Cañada. Pese a ello no se han tomado medidas para paliar y garantizar que no se vuelvan a dar estas situaciones, y de forma concreta en el caso de la luz hasta la fecha no se ha establecido ninguna medida eficaz y suficiente por parte de las instituciones. Por ello, bajo el marco conceptual del Entorno Torturante o Entorno de Tortura se puede afirmar que La Cañada Real Galiana reúne un conjunto de elementos contextuales, condiciones y prácticas ejercidas por distintos niveles institucionales que han provocado y provocan un sufrimiento físico y psicológico severo en la población.

La Cañada Responde

Analizamos los impactos psicológicos, físicos y comunitarios que la falta de luz tiene el vecindario de Cañada Real.

Descarga el informe

Premio Desalambre

Eldiario.es nos concedió el premio al mejor trabajo de documentación e investigación por “Laberintos de Tortura” y “La Cañada Responde"

La sección Desalambre del elDiario.es otorgó al Centro Sira el premio al mejor trabajo de documentación e investigación por los informes “Laberintos de tortura: Violencias e impactos en el tránsito migratorio desde África a España” y “La Cañada Responde. Impactos psicosociales derivados del corte de suministro”. El jurado destacó de ambos estudios su rigor, profundidad, lenguaje y sobre todo su enfoque, “centrado en las consecuencias en la salud mental de distintas realidades, cuyo análisis desde el prisma psicosocial apenas es tratado”.

Desde el corte de la luz, la necesidad de atención en salud mental de la población de la Cañada Real se ha multiplicado por cinco

Las vecinas y vecinos relatan tener emociones intensas negativas de forma habitual, tales como la tristeza, la rabia o el miedo. 7 de cada 10 personas en Cañada Real sufre un deterioro en su salud mental como consecuencia del corte de luz.

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