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Desaparición Forzada: el sufrimiento de las familias es tortura

En diciembre de 2022, Pau Pérez Sales, director clínico del Centro Sir[a] y editor jefe de la revista Torture Journal, presentó ante el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias de Naciones Unidas, un número especial de la revista, centrado en la consideración de la desaparición forzada como tortura. En la sesión, participaron también Bernard Duhaime, profesor de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Quebec en Montreal, y Helena Solà Martín, asesora jurídica sénior de la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT).

Pau Pérez Sales durante la sesión del Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias de Naciones Unidas en Ginebra.

Esta investigación busca evidenciar el intenso sufrimiento de las familiares de las personas desaparecidas forzosamente y torturadas en distintos tipos de conflicto, momentos históricos y marcos culturales.

 

Al mismo tiempo, este número indaga en cómo evolucionan los impactos médicos y psicológicos en las distintas generaciones de familiares. Para ello, se toman casos de Chile, Colombia, El Salvador, México, Argentina, Argelia o la India, entre otros.

La desaparición forzada es una violación de Derechos Humanos que involucra a dos tipos de víctimas: la directa, que sufre la violencia del secuestro, la angustia de ser retenida en un lugar desconocido y, en muchos casos, la tortura física y psicológica; y las indirectas, las familiares que cargan con el peso de no saber qué le ocurrió a su ser querido, las razones de su desaparición o si aún sigue con vida.

 

En repetidas ocasiones, el nivel de angustia y sufrimiento de las familias ha sido considerado por la comunidad médica, psicológica y jurídica como de suficiente gravedad como para ser equiparada a la tortura. Sin embargo, las familiares apenas son reconocidas y tratadas como víctimas por parte de los Estados y los sistemas de justicia penal.

A las familiares de las víctimas de desaparición forzada se les acosa sistemáticamente en muchos países.

La búsqueda de la verdad las expone a un gran peligro, pudiendo sufrir incluso el mismo destino.

En países como México, con más de 100.000 desapariciones registradas desde 1964, el alcance masivo de las desapariciones forzadas afecta a millones de familiares.

 

Muchos de estos, que caminan junto a diversas asociaciones reclamando justicia, son objeto de amenazas, intimidación, asesinatos y desapariciones.

 

La investigación presentada ante NNUU evidencia que para las familiares resulta imposible recuperar cualquier forma de normalidad, pues cargan consigo un daño permanente que incluso se traslada a las generaciones futuras.

Cualquier proceso de duelo y luto es sencillamente imposible.

Verdad y reconocimiento

Las organizaciones implicadas quisieron subrayar ante Naciones Unidas la necesidad de reconocer a los familiares de las desapariciones forzadas como víctimas de tortura, a la luz del grave sufrimiento psicológico que se les inflige.

Por ello, recomendaron al Grupo de Trabajo alentar a los Estados tanto a que lleven a cabo este reconocimiento, como a que tomen medidas que sirvan para proteger a estas familias , asegurando su derecho a reparación y rehabilitación .

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El Centro de Atención a Víctimas de Malos Tratos y Tortura Sir[a]
es una red de apoyo terapéutico, jurídico y psicosocial
especializado en contextos de violencia.

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