Sira gana el Premio Desalambre a mejor trabajo de investigación

La sección Desalambre del elDiario.es otorga al Centro Sira el premio al mejor trabajo de documentación e investigación por los informes “Laberintos de tortura: Violencias e impactos en el tránsito migratorio desde África a España” y “La Cañada Responde. Impactos psicosociales derivados del corte de suministro”. El jurado destaca de ambos estudios su rigor, profundidad, lenguaje y sobre todo su enfoque, “centrado en las consecuencias en la salud mental de distintas realidades, cuyo análisis desde el prisma psicosocial apenas es tratado”.

Ambos informes ponen el foco en los efectos psicosociales que generan los malos tratos y la tortura en contextos muy diferentes. «Laberintos de tortura» recoge las violencias a las que se ven expuestas las personas que realizan el tránsito migratorio desde África hacia España y concluye como sus impactos son en muchas ocasiones permanentes o intratables. Por otro lado, «La Cañada Responde», expone los efectos físicos y psicológicos que sufren las vecinas de Cañada Real como consecuencia del corte del suministro eléctrico. Este barrio madrileño cumple ya su cuarto invierno sin luz.  

Mariluz González y Gladys Zambrana, ambas vecinas de Cañada Real, subieron al escenario a recoger el premio junto a Gabriela López Neira, coordinadora del Centro Sira, Andrea Galán Santamarina, responsable de investigación y Pau Pérez Sales, director clínico de la entidad. Gabriela y Pau resumieron en su discurso el trabajo de Sira: “Intentamos poner números a la realidad y tratamos de medir cosas tan indigeribles como lo que está pasando en la Cañada o que haya personas que sufren tortura en su tránsito migratorio”.  

Para el Centro Sira es un orgullo enorme ser reconocidos en esta quinta edición de los Premios Desalambre. Se trata de un espacio que no solo pone en valor el periodismo en la defensa de los derechos humanos, sino que también sirve para generar comunidad y apoyo mutuo entre entidades sociales y profesionales de la comunicación. Asimismo, este reconocimiento significa un impulso enorme para seguir denunciando los malos tratos, la violencia política y su relación con la salud mental. En un momento en el que el bienestar psicológico y mental empieza a colocarse cada más en el centro, es irrenunciable poner el acento en que nuestro sufrimiento no es únicamente individual, sino que es colectivo, y generado por diversas estructuras sociales y políticas.