Argentina: Un viaje emocionante, una lucha necesaria

ROSA GARCÍA | Integrante de La Comuna Presxs

El secretario del Juzgado de lo Criminal y Correccional Federal nº1 de la República Argentina me tomó declaración el día 19 de marzo de 2024. Aunque yo ya había declarado antes como testigo en la causa de Julio Pacheco, en Madrid, esta vez me tocó a mí contar lo que pasó en 1975. Hablar acerca de cuando fui detenida, torturada y encarcelada.

Dentro de la Querella Argentina, la única causa abierta contra los crímenes franquistas en el mundo, pude contar cuáles habían sido los motivos que me habían llevado a militar en la FUDE; y explicar que me detuvieron en medio de un periodo de agudización de la represión sobre los grupos que luchábamos contra la dictadura. Tomaron nota de mi declaración y quedó constancia en el juzgado. ¡Por fin!

Han pasado casi 39 años de esos hechos y he tenido que ir hasta Argentina para poder hablar sobre mi caso, porque en el Estado español no ha sido posible. En 2018, fue rechazada mi querella contra el torturador Antonio González Pacheco, alias Billy el Niño, y el Tribunal Constitucional no me amparó ante la falta de tutela judicial efectiva, un derecho básico.

El viaje ha sido una experiencia personal, política y organizativa maravillosa. Quienes formamos parte de la delegación de expertos y activistas de CEAQUA que nos desplazamos hasta Argentina, formamos un grupo de una calidad humana excepcional y de un valor político impresionante. He podido aprender mucho de las compañeras de Todos los niños robados son también mis niños, de exhumaciones de fosas y determinación del ADN, de la mano de Arqueoanto; o sobre peritajes basados en el Protocolo de Estambul, junto a Gabriela López del Centro Sira.

Asociaciones hermanas nos enseñaron y explicaron lugares como el Parque de la Memoria o el centro “clandestino” de torturas y extermino de la ESMA. Espacios que, además de causarme un profundo dolor – como es lógico-, también me sirvieron para tener esperanza en que en el Estado español también podamos conseguir algún día que se reconozcan nuestros lugares de memoria: la antigua Dirección General de Seguridad de Madrid en la Puerta del Sol o la Comisaría de Vía Laietana de Barcelona, centros de detención y torturas, que son solo algunos de los muchos repartidos por todo el territorio.

Durante nuestra estancia en Argentina, también compartimos la Ronda de las Madres de Plaza de Mayo, cuya lucha es universalmente conocida. Me impactó el tiempo que llevan sin desfallecer. Se puede, sin duda se puede, hacer frente a lo peor con coraje y firmeza. Nos lo demostraron ellas y nosotras debemos seguir su ejemplo. Me traigo su experiencia, su capacidad de lucha, el valor y la energía que transmiten.

Esta fortaleza y esta seguridad es la que quiero transmitir al resto. Aquí el camino ha sido demasiado largo y aún nos queda mucho por conseguir, pero partíamos de la nada y ahora hemos conseguido que se reconozca esa necesidad, aunque sea a trancas y barrancas. Hemos conseguido mucho, y  por eso tenemos que seguir presionando. La importancia que han adquirido nuestras reivindicaciones lo demuestra, entre otros, el hecho de que estén siendo tan perseguidas por la extrema derecha.

Es importante que las organizaciones memorialistas y de derechos humanos vayan juntas en todo lo posible, ya que lo uno está ligado a lo otro. Es necesario mantener la lucha por la memoria y contra el olvido y, ahora más que nunca, contra el negacionismo y la tergiversación histórica de los grupos de extrema derecha: PP y Vox. Como dicen las Madres de la Plaza de Mayo: “La única lucha que se pierde es la que se abandona”.

Creo muy necesario aunar y agrupar luchas por objetivos comunes y reforzar las organizaciones que las llevan a cabo para que sigan fluyendo ideas renovadoras, democráticas, sociales, humanas… y se pueda plasmar aquello por lo que luchábamos en nuestra juventud: un mundo libre de dictaduras, torturas, guerras, desigualdades, racismo y machismo. Un mundo mejor es posible.

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