Cuestionario VIVO

El Cuestionario VIVO (Valoración del Impacto Vital Ontológico) es una herramienta que permite valorar el impacto de las experiencias extremas en la visión de mundo, la identidad y las creencias básicas tanto de la población en general, como de las personas supervivientes. Se trata de un instrumento multidimensional que analiza también las emociones y modos de afrontamiento básicos de las personas y que, en suma, nos ofrece una visión integral del modo en que las experiencias extremas impactan en el superviviente. 

El instrumento no debe valorarse desde una perspectiva normativa (sumatorio de valores que den una idea de normalidad o patología) sino desde una perspectiva dimensional, analizandose por tanto perfiles de respuesta y valores críticos. Su interpretación no puede hacerse desligada de la historia personal de trauma, de la comunidad o del entorno en que los hechos se producen y adquiere su pleno significado al complementarse con la historia clínica.

La herramienta VIVO está dirigida tanto a profesionales de la Salud Mental, como para personas que quieren profundizar en la manera en la que afrontan las experiencias extremas, hayan pasado o no atravesado una situación de este tipo. 

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Cuestionario VIVO

Esta es una herramienta de acceso libre. En caso que seas un profesional, recuerda que debes registrarte y ser autorizado por el GAC para tener acceso total a la herramienta.

Este proceso puede durar hasta 72h. 

Fundamentos

 

El modelo conceptual en el que se basa el cuestionario VIVO propone que existen nueve creencias básicas especialmente relevantes en el impacto de situaciones extremas que podrían transformarse dependiendo de la naturaleza de la experiencia traumática y las características personales del superviviente: seguridad, confianza, plenitud, responsabilidad, confianza en los demás, comunicación, intimidad, predictibilidad, y propósito. 

Las personas mantienen habitualmente un conjunto de a priori básicos sobre sí mismas, el mundo y las otras personas, asentadas sobre la experiencia personal o vicaria del mundo y en general tienden a mantener estos aprioris aún en contra de las evidencias que no las confirman. Las personas encuentran sentido a las experiencias extremas en base a esas asunciones y valores. En la medida en que estas experiencias son coherentes y consistentes con la visión del mundo, de las demás personas y de sí mismo/a (por ejemplo, que sea una experiencia predecible, o semejante a otras situaciones previas), es más fácil encontrar un sentido a lo que ha ocurrido, lo que tiene un impacto positivo en el proceso de recuperación.

Se entiende como experiencia extrema aquella vivencias de trauma (amenaza grave a la integridad física o psicológica de la persona), pérdida traumática (dolor por la pérdida brusca o inesperada de algo o alguien relevante dentro del marco identitario o de relaciones de la persona) o crisis (adaptación a cambios muy relevantes en el proyecto de vida o en el momento vital de la persona) que conlleva un cuestionamiento de la realidad personal y del entorno. Se utiliza el concepto de experiencia extrema para incluir situaciones vitales como las enfermedades crónicas o el cáncer cuya inclusión dentro del campo de estudios estrictos del trauma resultaba polémica.

En algunas ocasiones las situaciones extremas, como una enfermedad grave o la muerte de un ser querido, pueden cuestionar algunos aspectos de estos a priori sobre la vida. No suelen ser cambios dramáticos, sino la reevaluación o la introducción de matices confirmatorios o disconfirmatorios de las mismas. Pero en ocasiones estos reajustes pueden cobrar gran relevancia y ser determinantes en el ajuste posterior de la persona.

El grado de dificultad en revisar nuestra interpretación de la experiencia, o bien en revisar nuestras creencias básicas y nuestra identidad y ajustarlas a la misma, es un reflejo de la medida en que dicha experiencia ha sido traumática, aunque aún no pueden establecerse de manera definitiva relaciones causales entre hechos extremos, cambios en la visión del mundo y ajuste, entre otras cosas por la falta de instrumentos adecuados y de estudios de seguimiento longitudinales suficientemente relevantes desde el punto de vista epidemiológico.

Elaboración y validación

 

El cuestionario VIVO se ha realizado dentro de un espacio de investigación coordinado desde el Grupo de Acción Comunitaria (GAC), a través del siguiente proceso:

    • Fase 1. Se partió de una base general de expresiones procedentes de una revisión de contenidos a partir de testimonios de supervivientes de diferentes patrones de experiencias extremas. Se añadieron ítems procedentes de formulaciones de los modelos de referencia y derivadas de la formulación teórica del propio modelo.
    • Fase 2. Los primeros borradores del cuestionario se pilotaron en muestras ad-hoc de población general, psicólogos, bomberos, conductores de ambulancias, pacientes de una unidad de quemados y pacientes del servicio de psiquiatría del Hospital La Paz. El cuestionario se usó en papel y se llevaron a cabo entrevistas individuales para comprobar la validez de contenido ítem a ítem.
    • Fase 3. Se diseñó una web destinada a la validación del cuestionario. El objetivo era lograr una muestra amplia de diferentes países de habla hispana. Se escogió una estrategia de recogida de cuestionarios por Internet para obtener un gran número de cuestionarios y que éstos pudieran tener un origen internacional. Para ello se solicitó la colaboración voluntaria en alrededor de 1400 foros de Internet en lengua española, seleccionados aleatoriamente mediante los principales buscadores y que correspondían a la infinita y heterogénea gama de temáticas que tienen este tipo de espacios públicos.
    • Se realizaron diversas depuraciones en función de análisis de contenido y coherencia.
    • Se ofreció a los participantes la posibilidad de explicar sus respuestas a cada ítem, sugerir una redacción alternativa y especificar aspectos relevantes de su vivencia de supervivientes que no hubieran sido tratados en el cuestionario, ampliando la validez del constructo.
    • Se compararon ítem a ítem submuestras de cuestionarios en papel y online confirmando que no existían diferencias significativas.
    • Se realizaron análisis de test-retest a los seis meses con una submuestra de 350 personas, con una correlación global de 0.8 y correlaciones ítem a ítem significativas para el 97% de ítems.

La muestra final con la que se validó el instrumento estaba compuesta por 3.808 personas. Provenía de 12 países diferentes, en especial de España (32.2%), Argentina (19.8%), México (11.4%), Chile (10.1%) y Colombia (9.6%). Los resultados se publicaron en el año 2012 en la revista Loss and Trauma.

El cuestionario se encuentra también traducido en diferentes idiomas (inglés, francés, árabe, ruso y catalán).  Sin embargo para la utilización de éstos últimos, debe tenerse en cuenta que aún no existen datos de estas versiones, pues están pendientes de realizarse estudios confirmatorios de la estructura factorial y de normalización de puntuaciones tipificadas, y se utilizan los puntos de corte en la validación en lengua castellana.

Estructura

 

El cuestionario VIVO se compone de 116 ítems (72 para población general y 54 específicos para supervivientes) estructurado en 10 bloques conceptuales y 35 subescalas, especificadas en la Tabla 1.

Los ítems para población general (1 a 72) son aplicables a cualquier persona. El resto de los ítems (73 a 116) tienen un redactado y un contenido que cualquier persona puede entender y contestar pero sólo tiene pleno sentido para personas que han experimentado uno o varios sucesos que consideran extremos y que refieren a ellos su contenido. Si se administran estos ítems a personas que no han experimentado hechos que consideren de una elevada influencia en sus vidas, probablemente les resulten extraños.

La persona responsable de la administración debe decidir si usar solo los primeros 72 ítems o la versión completa, asumiendo que más del 80% de la población ha sobrevivido a alguna experiencia extrema, aunque en este caso pueden encontrarse hallazgos que no se ajusten al modelo teórico.

Aplicación

 

El cuestionario VIVO puede ser aplicado a cualquier persona mayor de 14 años, siempre que no tenga un grado de discapacidad intelectual severa, sepa leer, o pueda entender las preguntas que otros le lean. La aplicación es individual y la duración es de aproximadamente 30-40 minutos. Es importante tomar en consideración el momento de aplicación del VIVO. El cuestionario plantea a la persona cuestiones existenciales y no resulta neutro contestarlo. En una muestra de 700 personas, el 46% refirieron que contestar el cuestionario “les había removido aspectos de experiencias pasadas”. Para el 97% esto era “normal” o “doloroso, pero asumible” mientras que para el 3% restante contestar el VIVO había significado revivir aspectos dolorosos de su experiencia que hubieran preferido no revivir.

Valoración ítem a ítem

 

El Cuestionario VIVO se ha mostrado como una herramienta útil y poderosa para el trabajo en psicoterapia analizando conjuntamente terapeuta y paciente las respuestas más relevantes.

Se recomienda, una vez completado el cuestionario:

a) Repasar conjuntamente los ítems que el paciente refiere que le identifican plenamente (puntuación 5) pidiéndole que aclare el sentido de su respuesta y que pueda brindar ejemplos prácticos de la misma.

b) Repasar conjuntamente cuáles serían las 5 expresiones, de todas las que ha señalado, que mejor le definirían o que consideraría que más tendrían que ver con su identidad y su manera de ver el mundo tras los hechos. Discutir por qué estas expresiones y no otras, y por qué las considera nucleares a su identidad y cómo define su identidad en función de esto.

Todo ello permite una evaluación cualitativa en profundidad de la visión del paciente que permite, en el marco global de la entrevista clínica, marcar posibles objetivos terapéuticos.

Valoración cuantitativa – Cálculo de subescalas

 

El cuestionario se puede corregir de manera manual sumando los ítems adecuados para cada subescala y teniendo en cuenta aquellos que son invertidos. Para realizar estos cálculos puede consultarse el manual “Cuestionario Vivo (2020)” , donde se explica paso a paso. Asimismo, se puede acceder al sistema informatizado donde se realizan los cálculos de manera automática, al tiempo que se ofrece también un gráfico de resultados final. 

Para acceder a la herramienta

 

    • No profesionales

      Una vez finalizado el cuestionario, se obtendrá un perfil personalizado construido en base a la comparación con otras respuestas ofrecidas por otros usuarios, que hayan completado el instrumento anteriormente. 

      En este sentido, el aporte de cada usuario resulta vital, ya que cada respuesta contribuirá a ampliar la base de datos de la herramienta. De esta forma, se podrá seguir avanzando hacia un mejor conocimiento, así como a la posibilidad de – como profesionales – ser más eficaces a la hora de apoyar a personas supervivientes de experiencias extremas.

    • Profesionales

      Si lo que se buscan son resultados más detallados, cabe realizar un formación previa para la correcta utilización e interpretación de la herramienta. Si es su caso, para ello debe registrarse a través de un formulario y su cuenta será activada en un máximo de 72 horas. Desde su cuenta podrá introducir los cuestionarios que el/la profesional haya administrado y al final de los mismos, se le proporcionará un perfil de resultados automático para cada participante que consta de las puntuaciones directas, el cálculo de las puntuaciones de cada subescala, las puntuaciones típicas y un gráfico de resultados.

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Esta es una herramienta de acceso libre. En caso que seas un profesional, recuerda que debes registrarte y ser autorizado por el GAC para tener acceso total a la herramienta.

Este proceso puede durar hasta 72h. 

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